ASCENDENTE EN PISCIS _ DESCENDENTE EN VIRGO

ASCENDENTE EN PISCIS- DESCENDENTE EN VIRGO.

Una de las características mas señaladas de Piscis en el ascendente, es la de poseer una extremada sensibilidad, no solo a nivel emocional, sino también sensorial, que hace que la persona sea  como una especie de radar que detecta todo lo que se mueve alrededor, con una gran capacidad de registro de emociones, y con una escasa posibilidad para explicar de manera logica lo que le sucede.

Desde muy pequeños, estará presente esta especie de confusión, y de extrema sensibilidad, que más de una vez  desorientara.

A veces en la juventud, tratando de escapar a esta sensación, se polariza hacia el descendente, (virgo), buscando allí, el espíritu crítico y evaluador, para resolver los conflictos que se generan, con este signo tan difuso.

El inconsciente, es un nivel de realidad en el cual la información circula en un orden completamente diferente al del mundo cotidiano. Opera como una totalidad en la cual los significados se encuentran encapsulados en formas complejas, y principios especiales. Ante una mirada del mundo onírico, parece caótico y sin sentido, sin embargo, hoy todos comenzamos a comprender la riqueza de significados que contiene, y la manera que de alguna forma gobierna en buena medida nuestros actos. Allí en el mundo onírico se alteran la percepción del tiempo y el espacio, el principio de causalidad, y todo sucede simultáneamente en múltiples dimensiones.

En este sentido la principal dificultad que nos ofrece el signo Piscis, es que nos obliga a establecer un contacto con dimensiones que no sabemos como traducir a nuestro modo habitual de comprender la realidad y con los cuales no sabemos como convivir.

En términos generales, nuestra cultura no ha desarrollado la capacidad de socializar a los niños con fuerte energía pisciana, para que su naturaleza florezca sin grandes conflictos. Ya que nuestro proceso de socialización nos impone formas de conductas racionales, la primacía de claras distinciones, logica lineal, y de la acción basada en la fuerza de la voluntad, por sobre la sensibilidad y la acción que surge del contacto de dimensiones “transpersonales”.  En nuestra sociedad se privilegia el aprendizaje del mundo externo, por sobre el interno.

Por esta situación, estos niños, que luego serán adultos, necesitaran mucho apoyo familiar inmediato, para poder procesar adecuadamente toda la información que su inmensa sensibilidad les brinda.

Necesitara alguien que sepa calmar, sus miedos y ansiedades, y lo estimule a desarrollar y expresar toda su sensibilidad progresivamente, para no perder su adaptación a los requerimientos del mundo que lo rodea.

Generalmente estos niños son cuestionados en sus percepciones e impulsos, y forzado a desarrollar cualidades contradictorias a su modo básico de ser. Tarde o temprano, deberá aprender a explorar su enorme sensibilidad y comprender la naturaleza de las realidades especiales con las que tiene contacto.

Como en todos los ascendentes, la conciencia tiene cierta dificultad para reconocer esta energía, dado que se ha identificado con otras cualidades, principalmente la del sol, la cualidad pisciana, es siempre muy perturbadora para la psiquis, y es normal al comienzo rechazar el aprendizaje que propone este ascendente, como destino.

Es habitual, que durante la infancia de este ascendente, se produzca una fuerte presencia de la naturaleza, desde el punto de vista mágico, que les permita entregarse a una mar de percepciones maravillosas. Visitas al campo o al mar, en las cuales el niño/a, queda absorto en el paisaje, o en algún rincón lleno de fragancias, coleros, y formas que los llenan de embeleso.

Es normal, que haya alguien en su niñez, que tenga una gran capacidad para contar cuentos, con quien establece una relación casi mágica. Hacer sido iniciado en los mundos fantásticos de los cuentos de hadas y los relatos, en las cuales las dimensiones del inconsciente profundo se manifiestan con toda su fuerza, es otra pauta recurrente.

Es habitual para este ascendente en esta época, que nazca en un hogar donde el aparato de televisión ocupa un lugar importante, o en su falta, sea la pasión por el cine. Quedar absorbido en el mundo de las imágenes que la televisión o el cine proponen es casi una constante en estas personas, pudiendo a veces permanecer horas en esa “realidad paralela”.

La música, suele tener una presencia relevante en sus primeros años de vida, como posibilidad de ponerse en contacto con vibraciones maravillosas, que generan un estado de conciencia diferente.

La música, genera un estado de consciencia, es decir, nos transporta, induce en nosotros una sensibilidad superior. La persona con Ascendente en Piscis, pasa recurrentemente a través de estos estados, en los que capta sentidos diferentes, o relaciones nuevas entre las cosas, para luego regresar a su percepción habitual, generalmente con cierto desconcierto.

Las personas que rodean a este ascendente, es probable que estén vinculados a fotógrafos, actores, personas que trabajan en la televisión, y el cine, místicos, ocultistas, bohemios, borrachos, drogadictos, o que se relacionen con bares o bebidas.

Cuanto más racional, rígida y obsesiva, sea la persona con este ascendente, tanto mas se perderá en situaciones y personas que le generen las sensaciones oceánicas que de hecho necesita.

Cuanto antes comprendan que su naturaleza es básicamente intuitiva y que sus mayores aciertos no provienen de consideraciones precisamente objetivas, más seguras se sentirán.

Es posible que las sucesivas frustraciones con lo meramente racional los lleve a descubrir lenguajes y estructuras simbólicas de mayor complejidad, como, los lenguajes sagrados de la astrología, la cabala, el I Ching.

Este ascendente es el mas complicado de asimilar, pero cuando la persona, logra en su madurez, abrirse a su energía, puede convertirse, en un ser compasivo, que se socorre a todo ser en inferioridad de condiciones.

Físicamente este ascendente, da una cualidad de ensoñación en la mirada, con cierto misterio, en los ojos. Con rasgos suaves y redondeados. Y de su manera de ser, emana una disposición receptiva, y un deseo de complacer que seduce.